El Gobierno vaticina un verano complicado en el aeropuerto de Barcelona
No hay garantía de que el verano vaya a ser tranquilo en el segundo aeropuerto español. El Gobierno vaticina un verano movido en el aeropuerto de Barcelona, que actualmente registra retrasos que afectan a casi una de cada dos operaciones, demoras crónicas que alcanzan los 30 minutos de media (el doble que en 2017) y que el verano pasado supusieron un calvario para miles de pasajeros que sufrieron lo indecible para poder embarcar en sus vuelos.
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