Gestión de emergencias y situaciones especiales

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Es una labor en equipo que precisa una buena formación, entrenamiento continuo, y saber mantener la calma en situaciones difíciles. No hay mucho tiempo para pensar y hay que tomar muchas decisiones.

 

Ayer día 24 de junio se produjo un grave incidente en el aeropuerto de Barajas. Un turbohélice sufrió un fallo de motor en despegue y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. Lo más extraño del caso es que los pilotos decidieron hacerlo en la pista 36L. Una pista que en configuración norte solo se usa para despegar. De hecho jamás se usa para aterrizar. No tiene radio-ayudas ni maniobras de aproximación publicadas. Tanto pilotos como controladores tuvieron que tomar muchas decisiones en pocos segundos e improvisar la solución óptima.

Una cualidad que han de aprender y entrenar los profesionales aeronáuticos es a pensar despacio… rápidamente. ¿Parece contradictorio no? ¿Cómo se consigue? La solución a esta paradoja está en los procedimientos. Los procedimientos son un algoritmo o sucesión de acciones pre establecidas con un objetivo determinado, que minimizan la posibilidad de cometer un error o sus consecuencias.

Por tanto controladores y pilotos no solo deben tener una buena estabilidad emocional y saber controlar su estrés en estas situaciones, sino también estar muy bien formados y entrenados en los procedimientos, para que éstos salgan de manera automática, sin errores  y nuestro cerebro pueda dedicar todos los recursos posibles a solventar la situación. De esta manera los pilotos tienen totalmente automatizado el procedimiento de fallo de motor y pueden usar toda su capacidad para volar el avión con las asimetrías que se producen y para establecer la estrategia más adecuada, como aterrizar en una pista o incluso en un río como veremos más adelante. Además en este tipo de situaciones la parte intuitiva del cerebro toma el mando sobre la parte racional. La parte intuitiva se nutre  en gran medida de experiencias y situaciones pasadas por lo que el entrenamiento y la experiencia se tornan en elementos vitales para que todo salga bien.

¿Pero en qué consiste exactamente la actuación de un controlador cuando una aeronave o sus pasajeros están en apuros? Se trata de una labor coordinada y en equipo. Equipo formado por los controladores de las áreas que puedan verse afectadas por la emergencia, los supervisores y el resto de personas que conforman el protocolo de emergencia. Pero sobre todo el equipo que conforman pilotos y controladores. Nuestro protocolo de actuación queda definido por el acrónimo inglés ASSIST:

Acknowledege: Asegurarse de conocer con exactitud la naturaleza de la emergencia, es la condición principal para poder ayudar a solventarla.

Separate: Separar la aeronave afectada de todas aquellas que puedan interferir a la hora de darle prioridad. En ocasiones las aeronaves tienen que iniciar descensos de emergencia sin poder esperar a una autorización del controlador o requieren proceder a la pista por el camino más directo. En esos casos se hace necesario separarla de otras aeronaves que pudieran entorpecer sus maniobras.

Support: Ofrecer toda la ayuda, información y soporte disponible a los pilotos para que puedan solventar la situación.

Inform: Informar a todas las dependencias que puedan verse afectadas, otros aeropuertos, otros controladores a cuyo espacio aéreo pueda dirigirse la aeronave, supervisores, ejército, servicios de búsqueda y salvamento, Bomberos, etc.

Silence: Mantener silencio radio en la medida de lo posible para poder atender las necesidades de los pilotos en situación de emergencia.

Time: Dar tiempo suficiente a los pilotos para que puedan solventar la situación sin agobiarles ya que la carga de trabajo en cabina en este tipo de situaciones se dispara. Resulta sumamente difícil mantener el equilibrio entre ofrecer soporte necesario pero sin llegar a distraer a los pilotos de su cometido principal: volar el avión.

El 15 de enero de 2009 el Vuelo 1549 de US Airways despegó del Aeropuerto de La Guardia en Nueva York con destino el con destino a Carolina del Norte. La aeronave impactó con una bandada de aves fallándole los dos motores y tuvo que amerizar en el rio Hudson. En la reconstrucción que os presentamos puede apreciarse lo descrito en párrafos anteriores. Si bien fueron los pilotos los grades protagonistas de esta historia, también puede apreciarse la labor impecable de asistencia del controlador, parando los despegues de La Guardia y controlando el resto de tráficos en frecuencia, (separate) ofreciéndole todas las alternativas posibles: pistas disponibles, el aeropuerto de Teteboro, (support). Se aprecia  como coordina con otros aeropuertos un aterrizaje de emergencia, (Inform), y como limita al máximo las comunicaciones y da tiempo al piloto para gestionar la situación (silence, time).  Fue un amerizaje histórico en el que logró salvarse la vida de todos los pasajeros.

Ver vídeo

David Guillamón Santías

Controlador aéreo

Centro de control de tránsito aéreo de Madrid

 

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