Pedro Duque entrega los diplomas en jornada sobre seguridad e información de crisis
Con la demanda del astronauta Pedro Duque de una mayor especialización en el periodismo aeroespacial para solventar las lagunas existentes en la información sobre este sector, comenzó la tercera jornada del curso en la que la seguridad fue el asunto estrella de las ponencias y debates.
La maniobra de despegue de la sesión de la mañana fue realizada por el Secretario de Comunicación de Usca, David Guillamón, que explicó los sistemas de gestión de seguridad en el control aéreo basándose en «el modelo de Reason» que describe la relación entre amenazas, defensas y pérdidas. «El riesgo cero no existe. Los accidentes no ocurren por una sólo causa, si no por una concentración de coincidencias.La seguridad aérea no puede ser tabú porque impide mejorarla………» fueron algunos de los mensajes que transmitió Guillamón en su ponencia, para resaltar, por encima de todo, la necesidad de corregir los fallos sistémicos (carencias en mantenimiento, falta de regulaciones adecuadas o deficiencias en procesos de formación continua) para evitar los fallos activos.
Ilustró su exposición con un vídeo sobre el accidente del Lago Constanza (2002) y comentó que los resultados de la investigación detectaron que una había habido una cadena de fallos, entre los que citó «la falta de personal, la no identificación de las carencias del sistema o la falta de entrenamiento de los controladores en emeregencias y contingencias».
Desde el colectivo de pilotos, Agustín Guzmán Rodríguez, miembro del equipo de seguridad del Sepla, centró su ponencia en «los sistemas de gestión de seguridad en operaciones de vuelo» y compartió los argumentos de Guillamón sobre las medidas que se tienen que adoptar para potenciarla
El piloto apostó por aplicar estrategías proactivas (identificación de riesgos a través de los análisis de accidentes e incidentes) y métodos predictivos (predecir lo que va a suceder en el futuro mediante la observación). «Volar es muy seguro, pero todavía hay que aumentar la seguridad», aseguró Guzmán, quien defendió la necesidad de aplicar en las empresas «una cultura de seguridad justa» , a la vez que destacaba la importancia de reportar al sistema de notificación de incidentes (SNI) los fallos detectados y los errores cometidos para poder aplicar correctivos y de combatir la fatiga.
Ambos destacaron las diferencias que existen entre los profesionales del séctor aéreo y los periodistas a la hora de tratar un accidente: «los peridiodistas buscan contar la noticia de la manera más atractiva y los profesionales priman la investigación para tratar de evitar que el suceso se repita», indicó Guillamón, quien aseguró que lo deseable sería que «se esperara a los resultados de la investigación técnica para sacar conclusiones». Por su parte, Agustín Guzmán resaltó que los pilotos «cada vez se están entrenando más para ser visibles, para salir más en los medios y evitar que se piense que nos escondemos y tratar de que nuestro trabajo se entienda».
A velocidad de crucero llegó el momento, a media mañana, en el que Pedro Duque se encargó de hacer entrega de los diplomas a los participantes en el curso. El astronauta llegó a la Universidad Rey Juan Carlos con un viaje espacial de regalo para los asistentes en un vídeo que acompañó de explicaciones, en las que relató los «complejos preparativos» que se realizan durante años para el despegue, la sensación de experimentar la ingravidez, la «belleza» de la visión de la tierra desde el espacio y la vida a bordo de la nave.
Duque habló también de las medidas de seguridad de la industria aeroespacial y dijo que «está muy extendida y bien hecha» e inclusó señaló que «es excesiva», mientras que explicaba que, a diferencia de lo que ocurre en la aviación civil, «la cultura de los reportes de seguridad no tiene mucho uso», ya que se trabaja más «con una seguridad a priori» puesto que la cadencia de los viajes espaciales es mucho menor que la del sector aéreo comercial.
El astronauta manifestó que la prensa «me trata bien, pero cuando sabes mucho de un tema detectas lagunas en las informaciones por lo que «estaría bien tener más especialización». En el turno de preguntas alabó la industria aeroespacial española y también la aeronáutica al asegurar que la factoria de Airbus en Sevilla «no tiene nada que envidiar a cualquier otras del mundo; habló de los proyectos y la industria estadounidense, rusa y china, contestó varias cuestiones sobre la preparación física de los astronautas y comentó que le gustaría volver al espacio. «Quizá el año que viene», comentó.
La mesa redonda de la tarde se centró en «La seguridad y la comunicacion de crisis» con la participación del controlador David Guillamón; de Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Afectados del vuelo JK5022; de Marta Lestau, de la Agencia Española de Seguridad Aérea; de Juan Carlos Lozano, de Sepla y de la periodista de El Mundo, Marisa Recuero.
Desde el Sepla, Juan Carlos Lozano, manifestó que «volar es inherentemente inseguro, pero se pueden gestionar sus riesgos» y pidió que «cuando se hable de riesgo no se entienda peligro», mientras expresaba su sorpresa por el hecho de que «al día siguiente de un accidente los medios ya digan que ha pasado, sin que se haya abierto la investigación y que cuando esta ha concluido, pasados dos años, no se publique o aparezca en un pequeño recuadro, porque ya no interesa»
La presidenta de la Asociación de Afectados del vuelo JK5022, Pilar expresó duras críticas sobre el tratamiento informativo de los accidentes , además de condenar la publicación de fotos de víctimas de siniestros, ya que dijo que «no aportan nada y son demoledoras para las familias».
Vera relató que tras el accidente del avión de Spanair en Barajas «fue un caos absoluto y la compañía estuvo ausente», así como condenó que no apareciera ningún responsable de la administración ni autoridad que explicase lo sucedido y que se filtraran grabaciones de comunicaciones y el sumario del caso, a la vez que lamentaba la «soledad que afronta la Asociación a la hora de pedir que se resuelvan los fallos existentes en el momento del siniestro y en la defensa de los derechos de los pasajeros y las víctimas».
Marisa Recuero, periodista de El Mundo, comentó las dificultades que afronta un informador del sector aeronáutico para hacer su trabajo, ya que es muy difícil transmitir sus conceptos por los términos tan complejos que se manejan en este campo. Respecto al tratamiento del accidente de Spanair comentó los problemas que tuvo para acceder a la información al encontrarse cerradas las puertas de «Fomento, pilotos o controladores, entre otros» y resaltó que la «Administración sigue sin dar información por lo que hay que buscarla como y dónde sea». «Nuestra intención no es portarnos mal, nuestra misión es ser lo más rigurosos en la transmisión de los hechos».
La Administración estuvo representada por la directora de Seguridad de Aeronaves de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), Marta Lestau, que explicó las funciones de este organismo, que «no es un órgano regulatorio, pero si propone normativa, además de ser la encargada de la emisión de licencias», entre otras materias. Detalló que también se encarga de detectar riesgos y que tiene la potestad sancionadora por el incumplimiento de regulaciones.
Lestau manifestó que es muy importante que la sociedad sepa que hay un organismo que vela por la seguridad, aunque reveló que la mayor parte de la normativa que se aplica en el sector aéreo español «viene de Europa».
La jornada se cerr,o con un debate encendido entre todos los participantes, en el que se profundizó en el tratamiento informativo del accidente de Spanair o en la maniobra de aterrizaje abortada el pasado sábado en el aeropuerto de Barcelona por un avión ruso que se disponía a tomar tierra y que detectó otra aeronave en la pista.