Coincidiendo con el 54 cumpleaños de la Federación Internacional de Asociaciones de Controladores Aéreos (IFATCA), los ATC’s de todo el mundo celebrarán el próximo 20 de octubre el Día Internacional del Controlador Aéreo.

IFATCA, que en la actualidad engloba a más de 50.000 profesionales de más de 130 países, se creó en 1961 en Amsterdam con el objetivo de promover la seguridad, la eficiencia y la regularidad de la navegación aérea internacional, así como para proteger y salvaguardar  los intereses de la profesión de controlador de tránsito aéreo.

En este último medio siglo, el tráfico aéreo ha registrado un fuerte crecimiento. Más de 3.100 millones de pasajeros viajaron en los 36,4 millones de vuelos contabilizados en 2013. Esto supone que los controladores orientaron una media de 98.630 operaciones diarias en todo el mundo.

En ESPAÑA, unos 2.400 controladores celebrarán su Día Internacional el próximo lunes con la incertidumbre sobre el desenlace de la negociación del III Convenio Colectivo, cuyo período de vigencia es, en sí mismo, objeto de desacuerdo entre las partes.

La negociación, por el momento, no ha arrojado los resultados que USCA, como sindicato profesional de mayor representatividad entre los controladores de tránsito aéreo,  considera óptimos para la solución de determinadas cuestiones de constante preocupación sobre el futuro de la profesión en España:

Normalización de las relaciones a todos los niveles, contratación de nuevos profesionales, convergencia con la jornada laboral europea,  formación continuada de refresco de calidad, fomento de la seguridad operacional en un entorno de  Cultura Justa y el establecimiento de programas a pleno rendimiento en otros países del entorno, como el  CISM (Critical Incident Stress Management) o el programa completo de apoyo psicológico para el personal operativo que pueda sufrir reacciones de estrés post-traumático derivado de incidentes críticos o accidentes, además de la puesta en marcha de avances o de herramientas avanzadas de apoyo de control aéreo.

Según las previsiones de Eurocontrol (Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea), en 2020 se registrarán 11,2 millones de movimientos de aeronaves en EUROPA, un 19% más que las efectuadas en 2013, lo que obliga al sector y a la Navegación Aérea a afrontar nuevos retos.

Hasta ahora, el marco legal e institucional creado al objeto de impulsar 5 pilares básicos (mejora medioambiental, aumento de la capacidad del espacio aéreo europeo, incremento de la eficiencia, mejora de la seguridad y gestión del factor humano) no ha hecho más que demostrar que, en cierto modo, una parte de esos objetivos eran teóricos y que el verdadero motor  era el intento de reducción de costes.

En la actualidad, y al amparo de un nuevo paquete legislativo, SES II+, el reto es introducir tanto la  centralización de servicios en Eurocontrol, limitando así algunas competencias de los proveedores de servicios y de los Estados, como la privatización mediante licitación pública de los servicios de meteorología, de comunicaciones, navegación y vigilancia, de mantenimiento, de regulación y gestión  del tránsito aéreo.

El elemento clave es el establecimiento a nivel europeo de un Sistema de Control del Rendimiento, que establecería una serie de indicadores para medir el rendimiento en distintos puntos primordiales (costes, capacidad, seguridad y medioambiente).

Es sencillo suponer la presión que esto generará a nivel laboral para conseguir mantener los costes laborales lo más bajos posibles mientras que se asume cada vez más tráfico.

En términos globales, ante las previsiones de que el TRÁFICO AÉREO MUNDIAL se duplique en los próximos 15 años, es prioritario anticiparse a los riesgos actuales y emergentes de seguridad operacional para conseguir una mejora continua de la misma y una modernización armonizada de la navegación aérea mundial.

En este sentido, la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) ya ha identificado las mejoras de eficiencia que se tendrían que acometer y ha descrito la nueva generación de tecnologías terrestres y de aviónica que se implantarán en todo el mundo.

Por ello, es de importancia crítica que en los conceptos que se van desarrollando se tengan en cuenta los puntos fuertes y las deficiencias de los controladores de tránsito aéreo, así como se prevea el diseño de interfaces, de los puestos de trabajo, de las necesidades de formación e instrucción, de los procedimientos operacionales, etc…

Según la OACI, estas son las áreas prioritarias en la que habría que trabajar:

– Operaciones aeroportuarias: secuenciación en pistas, operaciones en la superficie, separación por estela turbulenta, torres remotas…

– Interoperabilidad de sistemas y datos: información meteorológica anticipada, gestión información aeronáutica digital…

– Gestión del tránsito aéreo de manera colaborativa mundial: operaciones de rutas libres, niveles de vuelo óptimos, sistemas anticolisión de a bordo, redes de seguridad operacional

– Trayectorias de vuelo eficientes: operaciones basadas en la trayectoria, operaciones de descenso y de ascenso continuo, sistemas de aeronaves pilotadas a distancia (RPAS/drones)

Secretaria de Asuntos Profesionales/ Secretaría de Comunicación.