Cielos abiertos para las emergencias
“Seguramente, tendremos más positivos de los que tenemos noticia, pero hemos mantenido el servicio y lo vamos a seguir manteniendo”, cuenta al teléfono Daniel Zamit, controlador aéreo, de 53 años. Horas después de esa llamada, su frase se vuelve profética: le confirman que un compañero de su turno tiene coronavirus y él deberá quedarse en casa en cuarentena. La máxima de estos días para los vigilantes de los cielos españoles es que un contagio masivo no comprometa su labor. “Es para que el servicio no se interrumpa como ha pasado en EE UU, donde Nueva York tuvo que cerrar una torre durante horas”, cuenta Zamit, quien trabaja en el centro de control de Torrejón de Ardoz, en Madrid.
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