El Gobierno admite que privatizar la torre de Málaga no supondrá una rebaja directa a los viajeros
El Aeropuerto de Málaga perderá calidad y perspectivas de desarrollo futuro con una torre privatizada, tal y como han entendido los controladores, el Ayuntamiento de la capital en pleno, la Diputación y Turismo Costa del Sol. A cambio, los viajeros hacia o desde este destino sólo notarán la parte correspondiente de una supuesta repercusión «conjunta» para toda la red de Aena. Repercusión, por otra parte, que no ha supuesto ninguna ventaja para Alicante en los nueve años que lleva privatizado, y donde las tasas son exactamente las mismas que en Málaga, con una torre pública.
Este es el mensaje que trasciende de la respuesta emitida por el Ministerio de Transportes, ante la solicitud que días atrás le hizo este periódico para que explicara por qué, si se supone que el sentido de
la privatización es hacer más asequible este modo de viajar, aeródromos con torres privatizadas y públicas tienen las mismas tasas.