Escuchas, pinchazos y controladores aéreos
El 28 de octubre el diario El Mundo abrió su portada con el siguiente titular: “La NSA espió 60 millones de llamadas telefónicas en un solo mes” y explicaba cómo y de qué forma la Agencia Nacional de Seguridad había llevado a cabo esas “escuchas ilegales” contra dirigentes políticos españoles, profesionales y ciudadanos en general. La denuncia del diario madrileño consiguió que todos los estamentos levantaran la voz contra la intromisión de los norteamericanos y sus espías en la seguridad de nuestro país.
Rápidamente me vino a la memoria algo similar que publicó, también en portada, ese diario de tirada nacional. Fue, primero, el 19 de diciembre de 2010 y decía: “Rubalcaba ordenó al CNI pinchar los móviles de los controladores”. El subtítulo de aquella noticia en exclusiva iba aún más lejos y explicaba el cuándo y el cómo: “El operativo se puso en marcha el 4 de diciembre tras declararse el estado de alarma de acuerdo con lo dispuesto en dos notas internas del Centro (se refería al Centro Nacional de Inteligencia)”.
Días después, el 10 de enero de 2011, el mismo diario y también en portada, iba más lejos con respecto al espionaje a que fueron sometidos los controladores aéreos por parte del entonces ministro del Interior: “El CNI revela a Rubalcaba datos personales de los controladores”.
Tres sumarios de la propia portada aportaban una serie de datos fundamentales sobre aquellas operaciones, totalmente irregulares e ilegales.
El primero de esos sumarios decía: “Los servicios han investigado las vidas, actividades y propiedades de los líderes sindicales Cabo, Cela y Zamit”. El segundo era aún más conciso y concreto: “Han entregado al vicepresidente (hay que recordar que en aquella época Rubalcaba tenía las carteras de Interior, vicepresidencia y además era el portavoz del Gobierno) un dossier sobre el abogado de USCA, Francisco Maroto, sometido a especial seguimiento”. Y el tercero y último de los destacados rezaba: “Interior abre una investigación paralela para averiguar quién alertó a El Mundo sobre la actuación del CNI en el conflicto”.
En esta ocasión, las voces de los medios de comunicación y de los políticos, en general, no se levantó con la misma intensidad que el pasado día 28 de octubre, cuando supimos que los españoles habían sido escuchados y grabados por los espías norteamericanos.
Años después de aquellos hechos las preguntas serían: ¿Qué hizo el señor Pérez Rubalcaba con aquella información que obtuvo de forma irregular? ¿Por qué no actuó la Justicia ante una denuncia tan directa y concreta?
Y queda una última pregunta: ¿Qué ocurrirá cuándo los controladores aéreos vuelvan a reclamar sus derechos y se sientan a negociar su próximo convenio? ¿Volverán a ser espiados por los mismos agentes que un día sirvieron a otro Gobierno?
La respuesta la conoceremos tras la publicidad.