Implantar un cielo único en Europa supondría 36 euros menos por billete de avión
Cuando Loyola de Palacio, en calidad de comisaria de Transporte y vicepresidenta de la ComisiónEuropea, levantó la liebre de los problemas del espacio aéreo, los miembros del bloque continental caminaban con vigor hacia una unión plena. Aquella iniciativa en el ámbito aéreo se anunció oficialmente como el Cielo Único Europeo y suponía -y sigue suponiendo- poner coto a la congestión del tráfico y los consecuentes retrasos. «Asistimos a una mutación importante en el transporte aéreo en Europa, que será beneficiosa tanto para los viajeros como para las compañías aéreas, pues permitirá aumentar el número de vuelos y reforzar la seguridad», decía la política española ya fallecida.
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