«Si miran justo detrás del cielo. Ahí estamos nosotros». Día Internacional del Controlador, 20 de octubre de 2015.
Los controladores conmemoramos este 20 de octubre el 55º aniversario de la creación de IFATCA (International Federation of Air Traffic Controllers Association) y queremos celebrarlo con todos aquellos que viajan en uno de los más de 33.000 vuelos que surcan Europa a diario. Los controladores españoles tenemos cada vez más presencia internacional en la propia IFATCA y en otras entidades internacionales (ATCEUC, OACI o Eurocontrol) y nos sentimos partícipes del actual avance tecnológico y normativo.
Entre ellos, el proyecto de Cielo Único Europeo. Ese adorable niño al que todos queremos pero que es difícil que madure si no cuenta con la labor formativa de tutores que conocen bien la aviación y que no son, precisamente, sus actuales padrinos de Bruselas.
En España, venimos de una tensa situación que nos ha obligado a convocar paros parciales hasta que Enaire, responsable de los incomprensibles expedientes laborales a 61 compañeros de Barcelona, ha reflexionado sobre lo absurdo que es enfrentarse durante más de 5 años a sus trabajadores más cualificados.
Los cambios en puestos directivos del principal proveedor de servicios ATS de Europa han suavizado la tensión con sus controladores y han abierto una vía de dialogo que esperamos que culmine en el III Convenio Colectivo Profesional. Son precisamente estos cambios de personas los que han permitido que las ideas constructivas de nuestros compañeros en las comisiones paritarias de formación y prevención de riesgos laborales sean tenidas en cuenta. Igualmente querríamos poder participar en una eventual comisión paritaria técnica donde se escuche la voz de la experiencia de la principal organización profesional de controladores de España, a la que AESA aún niega su representatividad en los foros técnicos nacionales.
USCA tiene verdadero interés en que Enaire regularice un sistema de nuevas contrataciones, si bien nuestra opinión sobre el acceso a la profesión apenas se ha escuchado. Nos gustaría que el desorbitado precio del curso de formación no sea un obstáculo para contar con los candidatos mejor cualificados para un trabajo con mucho futuro y al que le esperan aún muchos cambios tecnológicos.
Si miran justo detrás del cielo, ahí estamos nosotros.