Manuel Roales, controlador aéreo y delegado de la Fundación Vicente Ferrer:
La solidaridad es una droga que crea hábito… pero da placer
Hace unos días hemos vuelto de la India, del pueblo de Madhudi, que está en el área de Madakasira. Allí hemos inaugurado una potabilizadora que ha sido financiada, en su totalidad, por nosotros, los controladores aéreos. Madhudi es un poblado de más de mil habitantes. En realidad, la potabilizadora está funcionando desde mayo de 2013, pero la hemos inaugurado, oficialmente, ahora. Formó parte del proyecto “Control Canarias 2012″. Nos ha costado 20.000€.
Más de la mitad de la población, fundamentalmente las mujeres y desde hace siglos, iban a buscar el agua a un pozo a 8 km de distancia. Tardaban dos horas para ir al manantial y otras dos horas en volver y todo ello con 15 kilos de peso en la cabeza. Es decir, que la mitad de la población no hacia otra cosa en su vida más que acarrear agua con mucho sufrimiento y esfuerzo. Además, agua de muy mala calidad que producía diarreas y otros efectos. Pero era lo que había.
Ahora tienen una potabilizadora en el pueblo y agua limpia y pura allí mismo. Tienen más tiempo para trabajar en el campo, para estudiar, para jugar y para vivir. Para siempre y para generaciones venideras.
Le hemos dado la vida y la libertad a más de 500 mujeres. Con lágrimas en los ojos nos tocaban los zapatos, una vez más, y se pasaban las manos por la cara a modo de gratitud infinita. Nosotros también, una vez más, lloramos de alegría.
Y eso a mí, a ti (y a todos los compañeros que se implicaron en este maravilloso proyecto) me costó 200€. ¿No vale la pena?
Ánimo a otros colectivos (colegios de médicos, arquitectos, farmacéuticos, claustros de profesores, cooperativas agrícolas, cámaras de comercio, trabajadores de fábricas y todo tipo de colectivos) a hacer lo mismo, ayudarles y facilitarle la vida.
Es fácil y podemos hacer tantísimo con tan poco…..
Por eso, ahora, hemos querido dar un paso más y hacer una colecta anual. Hemos decidido “automatizar la generosidad” y que sea una cosa más fácil para todos y que se extienda en el tiempo con nuestro “Dia solidario de los trabajadores de AENA”.
Esa es la principal motivación de los trabajadores que donan una parte de su sueldo. ¡Una vez al año!
Pero lo advierto: La solidaridad es una droga que crea habito… pero da placer.
